Aprende cuatro errores comunes en la planificación de continuidad empresarial y cómo mantener el crecimiento a través de desafíos, desde boicots hasta eventos climáticos.
Es una realidad dura que las empresas a menudo no logran recuperarse de los desastres. Según la Federal Alliance for Safe Homes, alrededor del 40% de las empresas afectadas por desastres nunca reabren, y el 75% de aquellas sin un plan de continuidad empresarial fracasan en tres años.1
Pero no tienes que dejar la supervivencia de tu empresa al azar. Un plan integral de continuidad empresarial es un paso crucial para prepararte ante desastres meteorológicos y otros eventos inesperados, ayudándote a recuperarte y volver a funcionar rápidamente.
Se han producido cambios significativos en la planificación de continuidad empresarial que se remontan a la pandemia, con más riesgos por anticipar y crear escenarios alrededor de ellos.
Un enfoque en la cadena de suministro
“Un cambio clave es un mayor enfoque en la continuidad y resiliencia de los proveedores”, dijo Lori Weaver, CBCP, vicepresidenta senior de Resiliencia Empresarial en Regions. “Con un mayor escrutinio regulatorio y perturbaciones en las cadenas de suministro globales, existe una necesidad mucho mayor de estrategias robustas y adaptables de continuidad empresarial. Mejorar las evaluaciones de riesgo de los proveedores con un mayor enfoque en la resiliencia y mejorar los canales de comunicación y colaboración ayuda a minimizar el impacto de un fallo de un solo proveedor en una empresa.”
A medida que las amenazas evolucionan, es importante que las empresas mantengan el ritmo. “Dependiendo del tipo de negocio, puede haber una mayor necesidad de planificar en torno a amenazas cibernéticas, huelgas laborales y boicots de consumidores, que en algunos casos son más difíciles de predecir y pueden causar un impacto significativo en las operaciones”, dice Weaver.
Aprovechando el acceso remoto
La creciente necesidad de acceso remoto y accesibilidad de datos en la era pospandémica ha cambiado la forma en que los profesionales deben abordar la planificación de continuidad.
“Los planes ahora deben reflejar y garantizar que los empleados tengan la capacidad de realizar trabajos esenciales desde cualquier lugar”, dice Weaver. De hecho, muchas empresas que lidián con la temporada de huracanes han planificado el pre-posicionamiento de empleados clave en terrenos altos y secos durante eventos meteorológicos o han abierto ubicaciones satélite en el interior que pueden garantizar que el personal crítico, los datos y los sistemas se conserven.
“Las evaluaciones mejoradas de riesgos de continuidad empresarial deben incluir riesgos específicos del teletrabajo y se deben completar evaluaciones actualizadas de impacto empresarial para comprender las posibles interrupciones que podrían ocurrir en las funciones empresariales que dependen de empleados remotos”, dijo.
Evitar los errores comunes
Aquí hay cuatro errores comunes en la planificación de continuidad empresarial para ayudarte a fortalecer tu estrategia.
No evaluar los riesgos o priorizar las dependencias. Una evaluación incompleta de riesgos podría dejar procesos y sistemas críticos que se dependen mutuamente vulnerables a largos tiempos de inactividad.
Olvidar enfatizar la copia de seguridad de datos críticos. Esto puede tener consecuencias financieras y operativas significativas.
Mantener un enfoque estrecho en TI. Mientras que la tecnología es crucial, no subestimes otros aspectos en los que planificar, incluyendo funciones empresariales, procesos, empleados, instalaciones, etc.
Ignorar una prueba o ejercicio de planificación. No probar los planes y no actualizarlos según los cambios en el negocio o el entorno resulta en planes obsoletos y respuestas ineficaces cuando ocurre una interrupción significativa.
Esté preparado para lo inesperado. Hable con su gerente de relaciones de la región sobre la gestión de riesgos y los pasos que puede tomar para proteger su negocio y cubrir cualquier daño.
Elementos esenciales de un plan de continuidad empresarial
Identificación de riesgos e impactos. Identificar los procesos y funciones críticos del negocio que deben continuar durante una interrupción y completar un análisis de impacto empresarial para identificar las posibles consecuencias. Identificar los riesgos potenciales a la organización y priorizarlos según el impacto probable y la probabilidad de que ocurran.
Planificación. Desarrollar estrategias para prevenir o minimizar los riesgos más críticos. Las estrategias deben describir las acciones necesarias y esbozar a quién debe involucrarse para implementarlas.
Responsabilidades. Una vez que hayas identificado a quién debe involucrarse, sus roles y responsabilidades deben definirse y documentarse claramente. También debes identificar y planificar cualquier recurso que puedan necesitar durante una interrupción.
Comunicación. Las comunicaciones internas y externas son vitales antes, durante y después de una interrupción. Como mínimo, un plan debe incluir contactos clave, fuentes de comunicación (es decir, correo electrónico, chat, herramientas de comunicación masiva, redes sociales) y plantillas de comunicación predeterminadas. Puede desarrollarse un plan de comunicación separado con los departamentos de comunicación interna, dependiendo del tamaño de la organización.
Pruebas y capacitación. Finalmente, debe probar los planes que ha desarrollado y capacitar a los empleados. Esto puede implicar esbozar escenarios realistas para un simple ejercicio de mesa o una simulación integral. Desarrollar capacitación y concienciación para todos los empleados, asegurando que comprendan su rol, garantizará una respuesta más fluida y eficiente.
Fuente:
1Biblioteca del Congreso. “Asistencia federal a empresas ante desastres: resúmenes y opciones de política”, marzo de 2025.
Estrategia de continuidad empresarial: Protección contra interrupciones y desastres

